Si crees que usar colores oscuros en una habitación pequeña es un error, este makeover te va a demostrar lo contrario.
En este post te cuento cómo convertí mi cuarto —antes blanco y sin personalidad— en un refugio relajante con mucha personalidad, inspirado en el estilo mid-century modern y una paleta de verdes y azules.
Mi cuarto era prácticamente un espacio vacío: muros completamente blancos, persianas básicas, un closet y una cama con burós desgastados. No había color, textura ni un elemento que lo hiciera especial.
Mi objetivo era crear una habitación acogedora, con carácter, que transmitiera calma y reflejara mi estilo personal.
Todo comenzó con una pieza de arte que me encanta: un autorretrato de Van Gogh que tengo en postal desde que visité su museo. Sus tonos verdes y azules fueron el punto de partida para la paleta del cuarto.
Quería un ambiente relajante pero sofisticado, así que decidí combinar esta inspiración con la estética mid-century modern, caracterizada por muebles de madera, líneas simples y toques de color y textura.
De la pintura surgió una paleta monocromática en tonos verdes y azules profundos, combinada con acentos dorados, negros y beige para dar contraste.
Para mantener el look cálido, seleccioné muebles de nogal, textiles monocromáticos y accesorios con acabados metálicos. La idea era que todo se sintiera cohesivo, sin perder frescura ni confort.
El primer cambio fue la pintura. Apliqué la técnica de color drenching, pintando paredes y techo con el tono Arcilla Verde de Comex. Esto crea una atmósfera envolvente y relajante, ideal para un dormitorio. Aunque mucha gente teme que los colores oscuros “achiquen” el espacio, esta técnica ayuda a que se perciba más amplio porque elimina los límites visuales entre pared y techo.
Luego cambié la lámpara principal por una pieza con diseño geométrico y varios brazos, típica del estilo mid-century, que aporta calidez y carácter.
Para las ventanas, en lugar de colocar paneles individuales, decidí cubrir toda la pared principal con cortinas de terciopelo en tono verde oscuro (modelo Sanela de IKEA). Esto unifica el espacio y crea un efecto dramático y elegante.
Añadí un tapete VINDUM, también de IKEA, en beige con acentos negros y azules para anclar el área de la cama, que elegí en tela azul de Tamarindo, tamaño queen, para dejar espacio de circulación alrededor.
Los burós, de Móbica, son de madera con textura vertical, lo que aporta sofisticación y calidez. El mueble de TV, de Gaia Design, en azul, complementa la cama y refuerza la paleta cromática.
También incluí una silla bouclé color hueso de HAUS de Liverpool para añadir textura y un rincón cómodo donde leer o descansar.
En cuanto a iluminación, sumé lámparas de mesa doradas con esferas de vidrio que conseguí en Amazon para los burós y una lámpara de pie a juego junto a la silla. Estos puntos de luz crean un ambiente mucho más acogedor y versátil.
Los detalles finales incluyen libros, velas aromáticas, una bandeja dorada para accesorios, un pequeño árbol de la abundancia y arte decorativo: un cuadro abstracto sobre la cama, suspendido con hilo de nylon para un efecto flotante, y un póster de constelaciones sobre el sillón, que une mi amor por la astrología con la decoración.
1. Burós Rout, Móbica. 2. Sillón Roma HAUS, Liverpool. 3. Lámpara de techo, Amazon. 4. Ropa de cama BERGPALM, IKEA. 6. Lámára de mesa, Amazon. 7. Mueble para TV Comitán, Gaia Design.
Ahora mi cuarto es un espacio mucho más acogedor, con personalidad y estilo, perfecto para descansar y desconectar. Pasó de ser un lugar sin vida a un refugio que me inspira todos los días.
Si estás buscando ideas para decorar tu habitación con color oscuro o quieres atreverte a un look mid-century moderno, esta transformación puede darte el empujón que necesitas.
Y recuerda: no necesitas un presupuesto enorme para lograr un cambio así, solo una buena paleta de colores, muebles bien elegidos y atención a los detalles.
¿Te animarías a transformar tu habitación con un color oscuro? Cuéntamelo en los comentarios y dime cuál fue tu parte favorita de esta renovación.